jueves, 28 de enero de 2010

Las brujas

Todo empezó ese día al atardecer.

Unos chicos decían que en una casa cercana a la de ellos, habitaban unas brujas, y que, según se decía, a quien se acercara allí le quitarían los ojos y se los harían comer.

Los niños ya no salían por las calles a pedir caramelos, tenían mucho miedo a que se cruzaran con las brujas malvadas.

En ese barrio había una pandilla muy valiente, y decidieron ir a esa casa. Quedaron a las 00:00 en la casa de Luis que era el jefe de la pandilla, este empezó a coger linternas, navajas, gorros... en resumen todo lo necesario.

Por el camino iban hablando de que no había ninguna bruja y que todo lo que les habían contado era una mentira.

Cuando llegaron a la casa escucharon un grito de socorro. Los chicos empezaron a temblar, se miraron unos a los otros y decidieron entrar.

Al abrir la puerta se encontraron con un enorme laboratorio con todos los ojos de las personas que habían ido allí.

Después subieron a la segunda planta dónde estaba uno de los quirófanos donde le quitaban los ojos. Siguieron inspeccionando la casa, sólo veían laboratorios y ojos. No vieron a ninguna bruja hasta que bajaron a la bodega y encontraron a las cinco brujas y a un niño aproximadamente de 12 años de edad quitándole los ojos.

Se fueron de allí para que no los vieran las brujas y no les arrancaran sus ojos.

Subieron a la tercera planta que era dónde estaban las habitaciones de los pacientes. Escucharon unos gritos, venían de la misma planta dónde se encontraban ellos. Fueron siguiendo el grito hasta dar con la habitación. Abrieron un poco la puerta y vieron a unos niños sin sus ojos, no se dieron cuenta de que por el otro lado venía una bruja, esta los vio, dio un chillido e inmediatamente subieron todas las brujas. Eran diez brujas contra los niños, tenían que salir de esa casa como fuera.

Empezaron a correr y se metieron en una habitación enorme, había muchos ojos y armarios. Se metieron en uno muy grande. Las brujas no sabían en qué habitación se encontraban. Estaban muy enfadadas y querían encontrarlos ya.

Los chicos estaban muy asustados, Juan el menor, tiró un bote de cristal y una de las brujas lo escuchó. Los chicos abrieron el armario y se fueron, pero esa bruja los vio y empezó a perseguirlos. No sabían dónde esconderse. Estaban acorralados. Pepe les dijo que cogieran las navajas para asustarlas y que supieran que iban armados para que no les hicieran nada. Tenían móviles y podían avisar a la policía para que vinieran a esa casa, así fue. La llamaron. Como la policía les dijo que ya iban para allí, los chicos se pusieron muy contentos y empezaron a saltar de alegría.

De allí a media hora vino el FBI. Entraron en la casa, pero las brujas no estaban. Se habían marchado robando los coches de la policía.

Los policías se fueron en sus coches, siguiéndolas hasta la frontera, el coche ya no tenía gasolina y se les quedó parado, los polis salieron y les pusieron las esposas a las brujas.

6 comentarios:

Lucía Vieitez Portas dijo...

Muy chulo Manu. No parece que lo escribieras tú, me sorprendes.

Silvia Francisco Sotelo dijo...

Está muy bien, es muy imaginativo

Sofía Rial dijo...

Me pareció muy divertida tu historia. Pero si las brujas se fueron en los coches de la polcía ¿Como pudieron perseguirlas?. También me pareció raro que si llamarón a la policía aparecierón los del FBI. En resumen tu historia tenia cosas raras pero esta muy chula.

Victoria Regueira Curbelo dijo...

Está genial, pero da un poco de cosa cuando las brujas le sacan los ojos al niño.Pero aún así me gusta.

Anthony Smith dijo...

Sí, está muy bién escrito y me gusta, aún que podía tener un poco más de terror no? Jajaja. Está muy bién escrito y me has sorprendido. Nunca supe que podías escribir cuentos así de chulos.

Anthony Smith dijo...

Sí, está muy bién escrito y me gusta, aún que podía tener un poco más de terror no? Jajaja. Está muy bién escrito y me has sorprendido. Nunca supe que podías escribir cuentos así de chulos.