miércoles, 28 de noviembre de 2007

Dos polos opuestos

Una princesita tuvo al nacer dos hadas madrinas: el hada Estrella y el hada Trueno.
Como su nombre indica, el hada Estrella era alegre y amable, mientras que el hada Trueno, aunque también era bondadosa, poseía un carácter dominante y gruñón.
Como habréis imaginado, las dos hadas no se podían ni ver y nunca estaban de acuerdo en la educación de la princesa. Si una decía que debía estudiar música, la otra opinaba que era mejor que estudiara dibujo; y si una creía que debía ir de verde, la otra insistía en que el color que más le gustaba era el rojo. Y así con todo.....
A pesar de eso nunca hubo problemas serios, pues la princesa trataba de complacer a las dos. Lo malo fue cuando llegó la hora de buscarle un marido.
La princesa eligió a un joven príncipe del que estaba enamorada, y Estrella estuvo de acuerdo con esta elección. Sin embargo el hada Trueno tenía su propio candidato: un varón de edad avanzada y fuerte carácter, que ella creía buen esposo para la princesa precisamente por su genio dominante. Ahí si que no hubo forma de ponerse de acuerdo. Por eso al final se decidió que ambos pretendientes partieran de sus respectivos reinos en carroza y que aquel que llegara antes a pedir la mano de la princesa, se casaría con ella.
Era un viaje largo, porque los reinos de los candidatos estaban muy lejanos. La princesa estaba hecha un manojo de nervios. ¡No quería ni pensar en la posibilidad de que fuese el varón quien llegase primero! Por eso su cara se puso blanca como el papel cuando llegaron noticias de que el varón iba primero y con gran ventaja sobre el otro.
- ¡Antes prefiero la muerte!- le dijo al hada Estrella, hecha un mar de lágrimas.
Pero el hada Estrella estaba pensando. le parecía extraña tanta venteja, y tamiéndose algún truco, fue a investigar. Con su varita voló hasta la carroza del varón y lo que vio no le hizoninguna gracia: los caballos que tiraban de la carroza iban tan rápidos como si en vez de cuatro tuviesen ocho patas cada uno.
- ¡Ya lo sospechaba yo!- exclamó-.
¡Esto es obra de trueno!
Cuando la princesa supo lo que pasaba suplicó a Estrella que la ayudase, pero esta respondió:
- Ya sabes que nada puedo hacer contra Trueno. Su magia es más fuerte que la mía.
- ¿ Qué va a ser de mí?- dijo la princesa.
De pronto Estrella tuvo una idea . Allá donde no podía llegar con su magia tal vez pudiese llegar con su inteligencia.
-Tengo que marcharme- le dijo a la desconsolada princesa. Quizá cuando vuelva tenga buenas noticias. El plan del hada Estrella era tan simple que hubiese podido hacerlo cualquiera, y sin embargo estaba segura de que iba a vencer a la poderosa magia de trueno. ¿ Sabéis lo que hizo?
Sencillamente, ¡ Cambió la dirección de las señales que indicaban por dónde se iba al castillo de la princesa!
Cuando la carroza llegó a toda velocidad, el cochero que no conocía el camino siguió la dirección equivocada.
-¡Uf, qué alivio!-exclamó Estrella viendo perderse a lo lejos la carroza del varón. Esto le dará a nuestro principe el tiempo necesario para llegar.
Así sucedió exactamente. El príncipe fué el primero en pedir la mano de la princesa y el hada Trueno tuvo que aceptar el resultado de la carrera.

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