miércoles, 28 de noviembre de 2007

El deseo de Marta

Eran las fiestas del pueblo, la noche estaba despejada, perfecta para observar la lluvia de estrellas. La fiesta era al lado de la playa, y como siempre, se fueron a sentar en la arena para ver las estrellas fugaces. Poco a poco, ya estaban los cinco:Marta, Cristina, Amelia, Carlos y Juan. Desde la playa, se veía el pueblo a un lado y la fiesta al otro. Fueron a comprar algo de bebida y comida, pensaban quedar allí toda la noche. Pasó la primera estrella fugaz y todos pidieron su deseo. Abrieron los ojos y quedaron callados. Carlos, el mas pequeño, quedó dormido tiempo despues. Así, fueron quedándose dormidos, excepto Marta, que no pudo pegar ojo en toda la noche. Comenzaba a salir el sol y todos iban despertándose con la luz. Todo transcurría normal hasta que Juan se dio cuenta de que faltaba Marta. Sus zapatos estaban al lado de su almohada. Dentro de ellos,había una nota que ponía:"No os preocupéis por mí, volveré antes del mediodía." Recogieron sus cosas con rapidez y se fueron corriendo al pueblo. antes de que llegaran se encontraron con Marta. Venía con cara asustada, su ropa estaba mojada y sucia, y descalza. Apuraron mas el paso hasta alcanzarla, y no pararon de hacerle preguntas. Marta confesó: -Veréis, mi deseo se ha cumplido. Todos estábais dormidos. Yo, ví una cosa brillante en el mar y fui a ver que era. Un banco de peces plateados y brillantes rondaban por la orilla del mar. No se por que razón, me zambullí en el mar y los seguí nadando. Llevaba mucho tiempo nadando, así que me paré unos segundos. Cuando volví a zambullirme los peces ya no estaban. Estaba lejos de la playa, y ademas estaba todo tan oscuro que no sabía para donde ir. A lo lejos se veían las luces de la fiesta, así que decidí nadar hacia esa dirección.
Despues de una o dos horas, estaba demasiado cansada para seguir, por lo tanto, me adentré en una cueva.
Cada vez que me aproximaba mas a la cueva, sentía en mis piernas un ligero cosquilleo. Cuando estaba en la entrada de la cueva, varios peces extraños y alargados me atacaron. Me zambullí para poder ir mas rápido y me subí a una roca que había en la cueva,los peces rondaban alrededor de la roca esperando a que me metiese en el agua, ya que, si quería salir de allí no tenía otra escapatoria.
En ese momento me arrepentí tanto de haberme metido en el agua, no se por que lo hice, algo me empujó a hacerlo, pero no se que.
Estaba asustada, no sabía que hacer, hasta que una silueta azul con una corona, apareció por arte de magia, en un cabalo, trotando sobre el agua. Los peces extraños desaparecieron. Extendió su mano para que la cogiese y montase en el caballo. Lo hice con rapidez.
En su caballo fuimos trotando hacia el pueblo, donde ya estaban recogiendo algunas atracciones.
Me dió un paseo en su caballo por el pueblo, y cuando terminó me ayudó a bajar y me dijo que estaría ahí siempre que lo necesitase, y desapareció.
-Marta,¿donde esta ahora tu príncipe azul?

2 comentarios:

Carmen Rodríguez dijo...

me gusto

Axel Portas dijo...

"moi bien" como diría el profe de música, me gusto mucho. Aunque se te coló alguna palabra en gallego, pero me gusto mucho. POr cierto, al final cual era su deseo???
Muy bien.