viernes, 26 de octubre de 2007

El Verano

Seis de la tarde de un caluroso día de junio, concretamente el 21, día en el que empieza el verano, y Pedro, niño rubio de aspecto tranquilo y de nueve años, no se dio cuenta y le preguntó a su madre :
-Mamá, ¿por que el calendario cambió de color?
-Por que empieza el verano-dijo la madre alegremente.

Pedro se quedó pensando en el verano y lo que tenía para que le gustara tanto a los niños. La conclusión que sacó fue que es alegre, divertido, bonito... Desde ese 21 de junio, Pedro quería encontrar a lo que el creía que era el amigo perfecto, el verano.

Se empeñó, y tódalas tardes quería encontrar al verano, va por toda la ciudad y al volver, a sus inocentes nueve años, lloraba desconsolado por no encontrar a su "amigo perfecto".

La madre le decía siempre que el verano no existía y que ni mucho menos podía ser un amigo pero el niño no le hacía caso.

En una de esas tardes decidió ir por un bosque muy alejado de la ciudad, veía sorprendido como se formaba un increible remolino que quedó luego de unos segundos, reducido en el aire en una especie de dibujo donde se veía mar, arena, niños jugando con ella...todo lo relacionado con el verano.Ese dibujo tenía forma de cara pero el asombro de Pedro fue mayor cuando vio que el mar, la arena, y los niños le miraban, y esperanzador dijo:
-¿Eres el verano?
-No.

En ese momento la faciana de Pedro cambió bruscamente y el dibujo siguió hablando:
-El verano no existe, el verano es una época el año,como el invierno, el otoño y la primavera.Es una época en la que se reúnen una serie de características que a los niños os gusta mucho, pero con el verano no puedes jugar, contarle sus secretos, compartir los momentos buenos y malos...

Nosotros sólo hacemos un esfuerzo en demostrarte que el verano no puede ser un amigo y que ni siquiera existe.Espero que no quedaras muy decepcionado.

El niño durante todo es tiempo estaba escuchando atentamente y sensacines cruzadas sentía, cuando dijo:
-Bueno, vale.Muchas gracias por vuestro esfuerzo en demostrarme la verdad.La verdad es que fui un poco tonto.Hasta luego, que teneis mucho trabajo que hacer.
-Bastantes cosas, espero quete veamos pronto por las playas.
-Así lo haré-dijo Pedro ya alegre.
-Asta luego, entonces.
-Chao.

Con ese amistoso saludo se despidieron la arena, el mar, y los niños de Pedro.
El niño de vuelta a casa estaba ya feliz, muy feliz.No descubriera al amigo perfecto pero si una nueva aventura y así en los siguientes veranos se siguieron viendo.

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