miércoles, 25 de junio de 2008

El fantasma de la niña

Erase una vez un país muy lejano, una niña que como consecuencia de las guerras que había tenido su pequeño pueblo se había quedado sin uno de los dedos de la mano. Los ancianos de ese pueblo narran la historia de esta pequeña niña.Una noche justo después de que fuera su aniversario, uno de los niños aseguraron verla andando por la plaza del pueblo como si buscara algo.Las personas más sabias lo creían, pero el resto de la gente, afirmaba que eso no podía ser verdad, que solo era una antigua historia que pasara de padres a hijos... ¿Sería verdad lo que contaba aquel niño?

Para ver si era verdad lo que contaba el niño, un grupo de chavales fueron a dar una vuelta al anochecer por el pueblo. Todo estaba oscuro, las farolas de la calle no daban la suficiente luz para alumbrar toda la calle. Los gatos maullaban en los tejados de las casas. Los chavales comenzaron a tener miedo. Comenzaron a escuchar ruidos extraños. Comenzó a llover. Los chavales se fueron a casa. Decidieron ir otra noche que estuviese mas clara. Tenían tanto miedo que nada más entrar por la puerta de sus casas corrieron a junto de sus padres que al verlos tan irritados se empezaron a poner nerviosos. Sus padres no paraban de preguntarles que les había ocurrido,pero ellos no contestaban y ponían evasivas.

Al día siguiente, los niños decidieron organizar una reunión extraordinaria para informar a todos los habitantes de ese humilde pueblecito.

Los habitantes al oír la noticia se dirigieron al lugar donde se iba a producir la reunión. El alcalde algo irritado por la situación, ya que el no creía en esas viejas historias.

A la hora de la reunión todo el pueblo estaba en la plaza, incluido el alcalde que parecía no estar de muy buen humor. Se estaba produciendo un gran alboroto. Los niñ@s que la noche anterior fueran a investigar subieron a una especie de estrado. Comenzó a hablar Adrián:

- Ayer por la noche, con permiso de nuestros padres , un grupo de amigos y yo decidimos ir a investigar por nuestra cuenta si la historia que nos contaran era verdad o no.

Después siguió Damián:

-Salimos y al llegar a la calle principal, se comenzaron a escuchar ruidos extraños, teníamos mucho miedo. De repente empezó a llover, y nos refugiamos donde pudimos mientras no paró. Después nos fuimos a casa . Eso fue lo que hicimos.

El alcalde le advirtió que no saliesen mas por la noche.

Eran las ocho y media, comenzó a anochecer. Adrián llamó a Damián y a Andrea. Querían seguir investigando, pero no les dejaban. Al final quedaron e ir por la mañana, aunque la investigación no fuese muy productiva.

Todos estaban durmiendo, y en sus sueños, una guerra se había desatado en su pueblo. Había una niña que gritaba desesperada por su madre. Corrió hacia un descampado, que resultó ser un campo de minas. Una explotó y la niña perdió una dedo.

Despertaron de repente,todos sobresaltad@s. Lo primero que hicieron después de tranquilizarse un poco, fue llamarse unos a otros.

Lo sorprendente fue cuando empezaron a contarse unos a otros lo soñado, todos habían soñado lo mismo! Parecía como si se tuvieran puesta de acuerdo para soñar lo mismo.Tenía una sensación extraña, cuando estaban soñando era como si ya les hubiera ocurrido antes, como si alguien les quisiera mandar un mensaje oculto, pero ¿quién sería? ¿que les quería decir? Los niñ@s no pudieron dormir en toda la noche, al contrario, estaban más despiertos que nunca.

Al día siguiente tenían todos unas ojeras enormes, se notaba que no habían pegado ojo en toda la noche.Sus padres les preguntaron a que se debían esas ojeras. Sospechaban de que saliesen por la noche, cuando el alcalde se lo prohibiera. Los niños fueron a la biblioteca, y buscaron un libro que redactaba la guerra que hubiera antiguamente en su pueblo. Hablaba de niños huérfanos, de algunos campos de minas... Dio algunos nombres de niños huérfanos. Dedujeron que aquella niña lo era, ya que no paraba de llamar por su madre desesperada. Ponía que, antiguamente, la plaza principal del pueblo, fuera un campo de minas, donde muchas explotaran, accidentalmente, a niños, ya que era donde solía jugar, y donde estaba el mercado del pueblo. Siguieron investigando sobre la plaza principal del pueblo y sobre aquella guerra. Llegaron a la conclusión de que lo que le había pasado a la niña no fuera un accidente común.

Los niños se dirigieron a la biblioteca del pueblo. En ella encontraron un libro que justamente trataba de esa historia. En el constaba la fecha de defunción de una tal Leti,el día 15 de abril de 1932. Lo contaba en primera persona, como si lo contase la niña, y contaba:

-Estaba jugando en la plaza del pueblo, como todas las mañanas. Un señor vestido de traje nos echo de allí. No nos dejo entrar en la plaza durante una semana. El loco del pueblo anunciaba que habría una gran guerra pronto. Nadie le hacía caso, siempre decía tonterías de esas, pero quien diría que esta era cierta.

La guerra estalló, y la plaza la abrieron. Era imposible jugar allí. A menudo los cañonazos o las balas terminaran allí. Todo el pueblo estaba lleno de eses hombres con traje que no paraban de disparar a la gente, lo realmente extraño es que no había nadie allí. El loco del pueblo entró en la plaza, y algo horrible ocurrió. Resulta que la plaza era un campo de minas, y le estalló una. El cadáver del loco salió disparado hacia sabe dios donde. Yo, fui a socorrerlo, y una mina se estalló. Perdí el conocimiento. Cuando me desperté estaba en el mismo lugar, llena de sangre, y me faltaba un dedo. Comencé a llamar a mi madre, estaba asustada, y no paraba de llorar. Un niño me ayudó a sacarme de allí, avisó a la policía, y me llevaron al hospital, seguía sin saber donde estaba mi madre. Llevaba unas horas en el hospital, cuando sentí un fuerte dolor, las maquinas a las que estaba conectada pitaban sin parar, y de allí unos minutos ya no sentía nada.

al día siguiente el cura fue a recoger el cadáver, ya que la gente que allí habitaba decía que no tenía familia. Por la tarde pese a la lluvia se celebro el entierro. Primero llevaron el cadáver a la iglesia para la extrema unción y después la enteraron.

A la semana siguiente volvieron todo la gente que fuera a la guerra. Entre ellas se encontraban los padres de Leti, que al no ver a su hijo en la plaza del pueblo, sitio en el que se encontraba siempre,se empezaron a asustar. Una de las vecinas se acercó a ellos y les dijo:

-Oh, por fín llegan! Tengo que darles una muy mala noticia! Su querida hija Leti... falleció hace una semana a causa de la explosión de una de las minas que se pusieron en la plaza....

La madre no se lo podía creer, era tanto el dolor que sentían ambos que se echaron al suelo desconsolados. Pronto le dijeron a su vecina que querían ir al cementerio a verla.La vecina accedió encantada, ya que aparte de su apoyo era lo único que podía hacer.

Llegaron al cementerio, al lado de donde estaba la tumba de su hija. Su madre desesperada y echándose al suelo dijo:

-Pobre hija mía, murió sin poder despedirse de su madre y yo ahora solo puedo estar con ella de esta forma.

El libro que lo redactaba acababa así. Pero en la última pagina, en letras pequeñas, ponía la leyenda. Que la niña vagaba por el pueblo buscando su dedo, y solo los interesados, en luna llena, conseguirían desvelar el misterio, y conseguir que la niña deje de atormentar, cada noche de luna llena, a sus familiares.

Aquella noche era luna llena, así que salieron en busca de la niña. El pueblo era muy grande, les llevaría un día entero recorrerlo. En la leyenda ponía que solo los interesados, así que fueron a donde iban los interesados, a la plaza del pueblo. Allí no había nadie, estaba desierta, y los chicos se distribuyeron para buscarla.

Pero no encontraron el fantasma de la niña, encontraron a su madre ya muy vieja, era la loca, la que nadie creía. Los niños se dirigieron a ella medio temblorosos,casi sin saber que decir,dijeron:

-¿Usted es la madre de Leti?

-Si -contestó ella.

-¿Como podemos contactar con su hija?

-Aparecerá dentro de unos minutos.

Efectivamente, al cabo de unos minutos apareció la niña. Los niños estaban muy asustados, en cambio su madre y ella parecían muy tranquilas, como si no pasara nada. La madre de la niña le dijo:

-Ahora ya estoy tranquila, ya me puedo ir en paz. Espero que cuidéis mucho de ella y que no dejéis que le pase nada malo. Parecéis buenas personas, por eso os entrego lo mas valioso que tengo. Los demás solo estaban interesados en acabar con la historia, en cambio a vosotros lo que os importa es su seguridad.

Cuando seáis viejos buscar a unos nuevos niños que cuiden de ella vale.

Los niños se sintieron muy orgullosos y le prometieron a la anciana que la cuidarían mucho,y que siempre irían en luna llena, no faltarían ni un día, lloviera o hiciese sol.

Noemí Bermúdez Soliño

Celia Gutierrez Martínez

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