domingo, 22 de junio de 2008

El campamento de Verano

Esta es la historia de como se conocieron dos jóvenes más que parecidas... Una se llamaba Silvia y la otra Marta, tenían 14 años. Silvia vivía en París con su madre Carolina, que era una importante diseñadora de moda. Mientras que Marta, vivía con su padre en un pequeño pueblo en las afueras de la ciudad. Carlos, que así se llamaba el padre, era un granjero normal y corriente. En las vacaciones de verano, Carolina tenía que viajar por asuntos de trabajo. Como tenía que ir a Milán, por un importante desfile, y hasta dentro de una semana no volvería a casa, decidió llevar a Silvia a un campamento que le gustaba mucho ir en verano. Mientras, Marta estaba pidiéndole a su padre que le dejara ir a un campamento de verano que en el colegio le habían recomendado. No era un campamento normal, en el había piscinas, un campo de fútbol etc. Como había sacado buenas notas, le dio permiso para ir.

El autobús que las llevaría al campamento salía el 14 de Julio a las diez de la mañana. Aunque aún faltaban tres días, Silvia ya estaba preparando la ropa que quería llevar. Le gustaba mucho vestirse con la ropa que diseñaba su madre, pero al campamento no iba a llevar ese tipo de ropa. Cuando llego el día de coger el autobús del campamento, Marta estaba muy nerviosa porque era la primera vez que iba de campamento, en cambio, Silvia ya estaba más acostumbrada, porque solía ir todos los veranos con sus amigos. Ella había invitado a sus amigos, pero no fueron por que todos se iban de vacaciones con sus padres. Incluso María, la mejor amiga de Silvia, que iba de campamento todos los años excepto este.

Por fin era la hora de coger el autobús. Ya en el campamento, sobre las doce más o menos, los monitores les mandaron hacer dos grupos. En total eran 20 personas, diez chicas y diez chicos, entre doce y quince años. Les tocó ir en el mismo grupo porque, como en todos los sitios, suelen ir chicas por un lado y los chicos por otro. A los chicos les tocó ir a la cocina a ayudar a traer las cosas para poder comer y a las chicas, poner la mesa. Cuando empezaron a comer ya eran las dos de la tarde. Al acabar, sobre la tres, tenían una excursión a una cascada que estaba cerca del campamento. Todos se pusieron a andar. Iban con un guía y con un monitor. Nada más llegar a la cascada, sobre las 5, se sentaron a merendar. Como venían muy cansados, estuvieron descansando media hora. Los niños querían estar más tiempo, pero, como aún le quedaban dos largas horas andando hasta el campamento y, si salían más tarde llegarían casi de noche, se tuvieron que ir.

A las ocho menos vente llegaron de vuelta al campamento. Ese día todos, incluso los monitores, tenían que cenar a las nueve, porque, al día siguiente tenían una excursión a unas piscinas naturales que había cerca del río donde fueran el día anterior. Se pusieron a cenar y al terminar se pusieron a ver las estrellas un rato para coger el sueño porque no podían dormir, ya que mañana,tendrían un día de mucho esfuerzo. Al día siguiente se levantaron, fueron a desayunar y se prepararon para coger el autobús. Este, llegaría a las diez. Como aún eran la nueve y vente , se pusieron a jugar al escondite.

Por allí, había muchos sitios donde poder esconderse, porque era una zona con muchos árboles y por ese motivo nadie quería quedar.

-Me gusta mucho este juego, -dijo Silvia- si queréis quedo yo.

-Vale, pero si no nos encuentras, no te enfades. - le dijo Miguel.

-Tranquilo, solo es para pasar el rato mientras que no llega el autobús.

Ella se puso a contar.

Cuando acabó, empezó a buscarlos a todos.

Silvia pensó que no quedaba nadie, pero cuando llegó el autobús y se puso a pasar lista uno de los monitores, sé dio cuenta de que faltaba Marta.

Silvia y Miguel le dijeron que habían estado jugando al escondite y que les gustaría quedarse en el campamento para ayudar a buscar a Marta por el bosque. El monitor les dijo que si podían quedarse y les dio un móvil a cada uno por si encontraban a Marta, que les pudieran decir donde estaban. Tras dos horas de búsqueda Silvia y Miguel encontraron un castillo y decidieron entrar allí. Estaba Marta llorando y asustada.

- Antes de nada, -dijo Miguel- tenemos que llamar al monitor para decirle que estamos todos bien, y que dentro de una hora saldremos de vuelta al campamento.

-¡Es verdad!- dijo Silvia- ya no me acordaba de que nos dieran los móviles para avisar.

Ellos le preguntaron que había pasado y Marta le dijo que había descubierto que ese castillo, era un antiguo campamento donde hace muchos años hubiera un incendio y la gente que estaba allí no se pudiera salvar. Silvia y Miguel le dijeron que aun podían estar allí una hora más y le preguntaron si quería quedarse a buscar cosas sobre ese incendio. Marta le dijo que no, que ya levaba mucho tiempo allí y que prefería quedar otro día, después de que acabara el campamento. Ellos decidieron irse de vuelta para el campamento. Marta le dijo a todos que todo lo que pasara hoy era un secreto entre todos ellos y por nada en el mundo podían descubrirlo. Aunque parezca raro, a Silvia le interesaba mucho ese pasado, y podía descubrir muchas mas cosas de las que sabia; pero también con la ayuda de sus compañeros.

La cuestión es que ella no sabia cuando podría ir a ese lugar le iba a costar bastante, pero por nada se podía perder esa información para ir a eses lugar. Tendría que hacer algunos esfuerzos como por ejemplo escaparse por las noches mientras que sus compañeros la incubarían. Así, ella pudo llegar a ese lugar, pero fue acompañada de Marta .Gracias a ese secreto Marta y Silvia estuvieron muy unidas y se contaban todo mutuamente. Después de un tiempo, cuando Marta había descubierto todo lo que quería saber descubrió que Silvia era su hermana gemela. Marta vivía con su padre y Silvia con su madre se habían echo muchas preguntas y decidieron juntarse de nuevo. El campamento se había acabado y ellas hablaron con sus padres y ellos solucionaron todo se dieron otra oportunidad por las niñas. Pero estaban muy confundidos porque no sabían donde ir a vivir si a la ciudad o al pueblo.Esta historia es muy bonita porque cuenta como se conocen dos hermanas que estuvieran toda su niñez separadas pero al final todo acaba bien gracias a un campamento.

Eva Domínguez Bastón

Elvira Domínguez Santaclara

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