miércoles, 25 de junio de 2008

El secreto de los dos

Esta historia esconde un secreto que solo lo conocen dos. Comenzó una noche de verano, el cielo era oscuro, y las estrellas brillaban con intensidad. Una pandilla de amigos decidieron ir a dar un paseo. Las farolas del camino estaban apagadas,solo los iluminaba la luna. Continuaron caminando hasta la playa. Al llegar allí se sentaron a descansar. La playa estaba desierta, oscura; el mas pequeño comenzó a tener miedo. Se escuchaban unos ruidos extraños procedentes del bosque que había detrás de la playa. Estaban asustados, querían irse, pero el bosque rodeaba el camino, no sabían que hacer. Decidieron seguir hasta el final de la playa, por que quizás allí habría algún camino de vuelta.

Todo estaba en silencio, solo se escuchaban las olas del mar. De repente, comenzaron a escuchar pasos. El mayor de todos, Víctor, se dio la vuelta; solo observó una sombra. Su forma era extraña, motivo para que tuviese mas miedo, pero eso no lo detuvo, y apuntando con su linterna enfocó esa extraña figura. Y frotando los ojos observó detenidamente aquel hombre. Se quedó paralizado, y casi sin voz llamó a los otros dos. Ellos, al igual que Víctor quedaron atónitos al ver aquel deformado rostro que tanto recordaba a esos que solían ver en la ficción. Pero eso no le impidió a David, el más pequeño, acercarse a él. La curiosidad de conocerlo y saber quien era le recorría por su pequeña cabeza.

David se aproximó a él. El hombre lo agarró y comenzó a correr. Fue en dirección al bosque. Los chicos, corrieron detrás de aquel hombre, pero al llegar al bosque el miedo les impedía seguir. Víctor quería avisar a los padres, pero Marta no estaba de acuerdo. Ya era tarde, decidieron contarle a los padres que David durmiera en casa de Víctor, ya que esa noche estaba solo en casa.

David estaba asustado, aquel hombre cada vez se adentraba mas en el bosque. De repente paró. Movió una roca y comenzó a bajar escaleras. Todo era oscuro, estaba húmedo. Aquel hombre cogió a David y lo metió en una cama. El cerró con la roca aquella cueva y se fue. David estaba asustado, no podía dormir. Quería salir de aquel lugar, pero tenía miedo de que aquel hombre le hiciera daño. Observó el lugar. Había un cuadro en el que estaba una foto de un amiga suya, Marta. David dedujo que andaba detrás de ellos desde hace tiempo, lo que hizo que tuviese mas miedo. Ya era de día, aquel hombre cogió a David y se lo llevo al bosque. Cruzaron un río, cada vez se adentraban mas en él. Llegaron a una cueva inmensa, y entraron. De repente, el hombre comenzó a correr y salió de la cueva, David fue detrás de él, pero cuando estaba en el exterior de la cueva el hombre no estaba. Comenzó a bagar solo por el bosque buscando una salida. Siguió unas huellas enormes, que se supone que eran de él. Después de estar varias horas andando, llegó a un descampado. En el medio había un pozo del que provenía una extraña luz. Se asomó al pozo y una fuerza extraña lo absorbió hacía el interior del. Estaba en un túnel, y al final de este había una luz. Una voz tenebrosa le decía:

-Vete hacía la luz....

David, algo asustado, fue hacia la luz. Cuando llego al final del túnel, observó que estaba en un mundo extraño, donde los deseos se hacían realidad. De pronto un ser extraño pasó delante de él. Aquel ser le recordaba a aquellos de la mitología griega, y pensó que había retrocedido en el tiempo.

Decidió seguirlo. Poco tiempo después de seguirlo se dio cuenta de que ese extraño ser era un fauno, y la estaba llevando a una misteriosa cueva. Él pensó que lo estaba llevando a la cueva de aquel hombre monstruoso que le había despistado.

La cueva era oscura, de aspecto tenebroso y tenia un extraño olor cadavérico. El fauno desapareció. Una sombra extraña provenía del fondo de cueva. David comenzó a correr, pero por mas que corría la sombra lo perseguía.

Mientras, en el mundo normal, sus padres lo empezaban a echar en falta, las escusas de sus amigos ya no eran creíbles.

Sus padres llamaron a la policía. Llevaron a sus amigos a declarar. Víctor no aguantaba mas, contó toda la verdad.

La policía sabía quien era ese hombre. Hacía ya unos años ocurriera algo parecido. La policía comenzó a rastrear el bosque. Los chicos fueron tras ellos.

Llegaron a la cueva del hombre. Al entrar Marta se quedó aterrorizada al ver su foto. La policía habló con aquel hombre, al que llamaban Menígades.

Aquel hombre, o Menígades, si ese era su nombre real, no despegaba su vista de Marta mientras hablaba con la policía. Víctor se dio cuenta, cogió a Marta y salieron de la cueva. Víctor habló:

-No debemos investigar mas sobre esto. No sabemos que le pudo pasar a David, y aquel hombre no paraba de mirarte. Algo quiere de ti, es mejor que lo dejemos antes de que te ocurra algo a ti también. Por nuestra seguridad. Esta claro que no cogió a David al azar, algo quiere de nosotros. Vámonos antes de que la policía acabe de hablar con ese hombre.

Víctor y Marta se fueron de allí asustados. Menígades quería algo de ellos, pero no sabían lo que. David seguía en aquel mundo. Continuaba corriendo, aquella extraña sombra le seguía desde hace mucho tiempo. Estaba hambriento, llevaba un día entero escapando de aquella sombra y no pudo buscar comida en aquel mundo. De repente, frenó en seco. En el horizonte se divisaba el túnel por el que había entrado a aquel mundo. La sombra ya había desparecido. Una sonrisa se dibujó en su cara, podía volver al mundo normal, a su vida normal... Sin pensarlo dos veces se dirigió al túnel. Al llegar a él, veía el bosque, a aquel extraño hombre hablando con la policía, a sus padres en su casa desesperados, a Víctor y Marta corriendo asustados hacia el pueblo...David no sabía lo que ocurría, así que dio un salto y se introdujo en aquel túnel. Apareció en la playa, donde había comenzado todo, se dirigió al pueblo. Fue a su casa.Sus padres al verlo se mostraron muy contentos. Pero David quería hablar con Víctor y Marta y contarles todo lo que había vivido.

Mientras, Víctor y Marta estaban en la capilla del pueblo, hablando sobre el tema. La policía ya se había ido del bosque, y llevaron a Menígades con ellos. La policía interrogó a Menígades, y él le contó la verdad. No les comentó para que cogió al niño, ni por que tenía la foto de Marta. Menígades tenía que pasar la noche en comisaría. Lo pusieron en un cuarto pequeño, con una cama,un cartel donde indicaba el lugar de los servicios y una ventana que daba a la calle. Le dijeron que solo aquella noche. Menígades no aguantó estar allí encerrado ni siquiera 5 minutos. Rompió el cristal de aquella ventana, y se escapó. Se dirigió a la capilla, donde estaban Víctor y Marta hablando.

Menígades al llegar allí y verlos, se escondió detrás de un banco próximo a ellos. David iba hacia allí. Víctor lo vio y empezó a correr hacia el. Momento en el que Marta se quedó sola, y Menígades aprovechó para cogerla. Marta gritaba, pero por mucho que lo intentase nadie la escuchaba.

Víctor y David fueron a junto de Marta, pero ella no estaba. La buscaron durante horas. Víctor le comentó a David lo de la foto, lo mas probable es que aquel hombre la cogiese.

Cayó la noche, Víctor se quedó en casa de David a dormir, pero no pegaron ojo en toda la noche. David le contó a Víctor lo que había vivido, él asombrado, dijo:

-Vaya, que aventura, ¿se la contarás a tus padres, o le dirás simplemente que estuviste vagando solo por el bosque?Has tenido suerte, pero igual Marta no tiene la misma...

-Ese hombre es peligroso-dijo David-tiene muchas fotos de niños, con los nombres debajo. ¿Te suenan?Alberto López, Carolina Lagos,Manuel Gregorio...no recuerdo mas.

-¡Ei!-exclamó Víctor-Manuel Gregorio era un compañero de colegio de mi madre, tendría ahora unos 40 años. Eso quiere decir que las fotos son antiguas...

David lo interrumpió:

-¿Como que tendría?

-Desapareció cuando era joven, cuando tenía 12 años-afirmaba Víctor-nunca nadie lo encontró, lo toman por muerto desde hace mucho tiempo.

-¿Como?¿desparecido?¿muerto?...Marta...

El silencio reinó en la habitación. Víctor y David estaban asustados.

Al día siguiente investigaron sobre esas personas. Todas ellas desaparecidas misteriosamente, y nunca las encontraron. Siempre ponía una fecha 6 de junio. La fecha de las desapariciones. La policía dedujo que siempre las hacía la misma persona.

Víctor y David estaban asustados, Marta estaba en una de sus fotos, desapareció el día de ayer, y hoy estamos a la fecha de 7 de junio... Víctor advirtió:

-Dejemos esto ya. No querrás que nos pase a nosotros lo mismo. Vamos a dejar esto en mano de la policía, sus padres ya la avisaron.

-No. Nosotros sabemos lo que ocurre realmente. Sabemos quien la cogió, Menígades. Soy el único que sobrevivió después de que me capturase, lo único que no sabemos es por que lo hace, si lo averiguamos quizás la salvemos.

-¿Y si no lo conseguimos?

Víctor no estaba del todo convencido. Pero David se mantenía.

-Por lo menos lo habremos intentado, y no te sentirás culpable de lo que le vaya a ocurrir. Hoy por la tarde vamos a la biblioteca. Han puesto una sección de periódicos antiguos, quizás allí encontremos algo.

Mientras, la policía continuaba investigando sin saber que los niños también lo hacían. Seguían el rastro de Marta, y fueron al bosque, donde vivía Menígades. La cueva estaba vacía, no estaban las fotos, ni los muebles, ni ninguna prueba de que allí viviese alguien. La policía continuó buscando a Menígades por el bosque.

Víctor y David fueron a la biblioteca. Encontraron un titular que ponía:

"Se ha descubierto una cueva........"

La luz se había ido. Estaba todo oscuro. Se escuchaban pasos al fondo del pasillo. De repente, una voz tenebrosa les susurró:

-Dejar de investigar o acabareis muy mal...

La luz volvió. Los periódicos en los que estaban interesados habían desaparecido. No había rastro de aquella persona que les dijera aquello. Volvían a estar solos en la biblioteca sin pruebas ni información, y aún por encima, amenazados.

La policía encontró huellas de Menígades en el bosque. Al lado de esas huellas, había otras mas pequeñas. La policía las seguía.

Después de varias horas siguiendo las huellas, las pequeñas iban acompañadas de un rastro de sangre, que parecía ser reciente.

La policía apuraba el rastreo.

Al anochecer, la policía observó que las huellas iban hacia un lugar muy arbolado. Y en uno de esos árboles encontraron a Marta ahorcada y apuñalada. En el árbol, ponía:

"Carolina Palacios, 6-6-66 Descanse en paz"

Poco después aparecieron los dos chavales. Aunque la policía no los dejó pasar ellos hicieron lo posible por ver que había ocurrido. Y tras varios intentos lograron ver el cadáver de su amiga,ya introducido en la bolsa. David no daba crédito a lo que estaba viendo, al igual que su compañero.

Corrieron hacia la cueva de Menígades para pedirle explicaciones.

Cuando llegaron allí él no estaba. Registraron la cueva y encontraron unas cartas.

Se fueron para poder leerlas, ya que en la cueva no había luz. Fueron a la capilla para que nadie los viera. Las cartas eran antiguas, y no tenían remite. Las cartas hablaban de los niños desparecidos, ponía fechas y datos importantes. Volvieron a la cueva, aquellos datos no eran suficientes.

Pero al llegar a la cueva, Menígades estaba dentro. Les daba miedo entrar. Pensaban que él matara a su amiga, aunque no lo sabían con certeza. De pronto, Menígades desapareció, y ellos entraron. Había una estantería llena de libros antiguos, empezaron a buscar datos relevantes sobre los desaparecidos y los asesinatos.

Encontraron unas hojas en las que ponía su grupo sanguíneo y unas cifras. Ahora investigaban sobre que significar esas cifras.

Volvieron al pueblo, allí no estaban seguros. Tenían que cruzar todo el bosque, y al llegar a la zona donde estuviera el cuerpo de su amiga Marta, ahora allí estaba el cadáver de Menígades, desangrado y colgado del árbol.

Llamaron a la policía. Pocas horas después, la policía ya recogiera el cuerpo. La investigación se cerró por falta de pruebas. Pero lo que no sabía la policía es que los niños si tenían esas pruebas necesarias para continuar la investigación.

Víctor y David seguían investigando. Descubrieron que había una tercera persona. Pero aún tenían que averiguar quien era, por lo que volvían al punto de partida.

Revisaron las cartas de Menígades y descubrieron que se carteaba con su hermano, y en esas cartas hablaban de los asesinatos y los nombres que ponían coincidían con los de los niños desparecidos y muertos, incluso el de Marta.

Fueron a la comisaría y le entregaron las cartas. El caso fue reabierto, y semanas después, detuvieron al hermano de Menígades, cuyo nombre era Roñerto. Era alto y monstruoso como Menígades. El caso fue resuelto.

Menígades secuestraba a los niños, y su hermano, Roñerto los llevaba a una cueva donde los asesinaba, y Menígades transportaba los cadáveres hacia un lugar visible, aunque muchos nunca fueron descubiertos.

Celia Gutiérrez

Lucía Gregorio

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