Una humanidad cruceirista

Hoy es cumpleaños de mi madre, siempre se me olvida, menos mal que me ha avisado mi mujer, me dispongo a llamar a mi madre:

- ¿Si?. . .

- ¿Mamá?

- No.

- Perdón me he equivocado.

- Ahora ya nadie se equivoca, estamos en el siglo XXIII.

- ¿Qué? yo llamo del 2008, ¿Puedo hacerte una pregunta?

- Si claro.

- ¿Cómo son las cosas ahí?

- Nos han invadido los extraterrestres, han asediado África y ya no hay nadie allí.

- Y ¿Cómo son?

- Son como nosotros pero verdes y tienen 20 dedos en la cabeza.

- ¿Qué me dices?

- Como lo oyes, y por esa peculiaridad les llaman dedos.

- ¡Dedos! vaya nombre.

- Es un poco chungo, pero está prohibido decirlo, todos tememos que nos vuelvan a invadir.

- ¿Y la iglesia?

- Se juntaron con Pepsi y fundaron CristoCola, ganan adictos cada año.

- ¿La política?

- El mundo es de un solo hombre, Jorge Bhus quinto el tataranieto.

- ¿Te puedo hacer la última pregunta?

- Sí.

- ¿Han encontrado las armas de destrucción masiva?

- No, y aun las buscan ahora.

- Bueno te dejo que se me acaba el saldo.

- Oye, soy Pedro te has equivocado y me estaba quedando contigo.

- Ya lo sabía.

- Si claro.

- Chao.

- Chao.

- ¿Cariño que te ha dicho tu madre?...

Al día siguiente, todo era distinto, todo lo que me había dicho Musampa estaba empezando a pasar. Ese día por la noche me quedé observando el cielo, y me llamaron la atención unas luces brillantes pero cuál fue mi sorpresa cuando esas luces se empezaron a mover, yo me quedé un poco trastocado por el acontecimiento vivido. Al siguiente día a la misma hora que el día anterior, miré al cielo y contemplé lo que había previsto, unas luces aparecieron en el cielo pero, esta vez, las luces aparte de moverse, se me acercaban poco a poco, yo me asusté tanto que me escondí en unos matorrales. Perdí el conocimiento y desperté en una nave espacial. Allí dentro había unos extraterrestres de color verde pero sabían hablar mi idioma. Al poco tiempo de estar allí me di cuenta de que era un sueño y de pronto me desperté...

4 o 5 AÑOS DESPUÉS

Yo estaba con mi amigo Musampa, cuando de repente, aquellas luces misteriosas que había ya más de 4 años que no veía, aparecieron otra vez. Como es normal, yo me asusté mucho, hasta el punto de desmayarme en el acto. A los pocos minutos Musampa me despierta echándome un cubo de agua en la cabeza. Pero ese día no solo mi amigo y yo las habíamos visto, millones de luces aparecieron en todo el mundo. Estábamos aterrorizados. De repente las luces empezaron a absorber a las personas una por una hasta que toda la Tierra se quedó casi vacía, y ese casi era el equipo del cruceiro de Hío y sus familias, a ellos no los cogieron porque los extraterrestres eran del Cruceiro. Los que quedaron en la tierra fueron procreando y formando una humanidad cruceirista.

Javier Martínez Cordeiro

Javier García Dacosta