Miró por la ventana
nada
tres meses esperando
con esa sensación
rara
de millones de cuchillos buscando
a tientas su corazón
¡para!
y el niño mientras sembrando
distintos sentimientos de dolor
anda
el tiempo a diminutos pasos
parece no mover el reloj
observando el niño el blanco
de la cocina y el salón
paseando, paseando
y de repente ¡ding-dong!
miércoles, 4 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Me encanta, Tinín, es muuy simpático.
es muuy chachi =)
mola!
Me gusta tu poema, es precioso y me encanta un monton...bss
me gusta mucho!
:)
Publicar un comentario