viernes, 22 de mayo de 2009

Era un domingo de julio, las 11 de la...

Era un domingo de julio, las 11 de la mañana. Estaba por llegar, mi corazón cada vez latía más y más fuerte. Era el día, por fin había llegado, me iba a Madrid con la banda de música.

En el auditorio todos esperábamos ansiosos a que llegara el autobús. Cuando por fin apareció, todos empezamos a coger las maletas y los instrumentos. -Las maletas por el otro lado-decía Pepe. -Los instrumentos por aquí- decía el presidente. -Tened los trajes preparados para cuando lleguemos- decía el director.

Ya era hora de subirse al autobús, que tensión había en el ambiente. En ese momento apareció Lucía tal y como me había prometido, venía a despedirse de mí.

Iban a ser tres días super emocionantes, ninguna de nosotras sabía lo que nos esperaba, ni Isa, ni Claudia, ni Nerea, ni Irene y por supuesto ni siquiera yo.

Montamos en el autobús, iba a ser un viaje largo, pero nada aburrido.

Sobre las dos de la mediodía paramos a comer en un área de servicio para después volver a subir al autobús.

Sobre las ocho llegamos al albergue, estaba cerquita del metro, y no muy lejos del centro de Madrid, concretamente en La Casa de Campo, rodeado de árboles y naturaleza.

Cogimos las maletas y nos dirigimos hacia las habitaciones.

La nuestra era de nueve personas, y solo tenía un baño.

A todo correr nos vestimos y cogimos los instrumentos para ir a tocar, quedaba una hora más para llegar a Estremera, un pueblecito a las afueras de el centro de Madrid.

Fuimos por la orilla del río Manzanares y sobre las diez de la noche llegamos a Estremera. Allí hicimos un pasacalles hasta la plaza del pueblo donde tocamos, primero nosotros solos y luego con la banda de Estremera.

Después de tocar nos llevaron a un lugar para cenar, y al volver al albergue pasamos por el campo de Atlético de  Madrid.

Ya en el albergue ninguna tenía sueño excepto Nerea y yo, así que cogimos un colchón y nos fuimos para el baño.

Ya por la mañana después de haber tomado el desayuno nos fuimos a hacer una visita por Madrid. En La Puerta
 
del Sol nos hicimos  una foto con un mimo que iba disfrazado de Yoda.

Por la tarde, después de comer, fuimos a visitar Estremera para luego cenar con la banda de allí.
 

Cuando habíamos terminado de cenar nos llevaron a una  discoteca, que estaba alquilada para nosotros y la banda de Estremera. Allí estuvimos hasta las doce y media y volvimos al albergue.

Al día siguiente fuimos a un parque acuático que estaba al lado del aeropuerto, allí estuvimos todo el día metidos en el agua, por lo que yo acabé con infección de oídos. Por la noche, fuimos al cine y como la peli era muy aburrida, por lo menos la primera, me quedé dormida y la segunda no la vi.

A la mañana siguiente me desperté con un dolor de oídos impresionante, menos mal que ya era el último día, que después de desayunar ya nos íbamos.





 

 

 

 

 


 
 

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