Era un día soleado cuando David, un niño de 16 años, había comido en casa de sus abuelos María y José. Quizás no sabían lo que sería David de mayor. Ese día empezó su vida como piragüista profesional. Era una tarde soleada y había un riachuelo al lado de la casa. Su abuelo tenía una piragua y él se lanzó vigilado por sus abuelos. Ellos mismos descubrieron que iban a tener un nieto piragüista, como paleaba, ¡ERA IMPRESIONANTE!
A la mañana siguiente David no hizo más que entrenar para cumplir su sueño, participar en los juegos olímpicos y como abanderado del país español. "Quizás no podría ser" pensaba él, pero su carisma y su fuerza le iban guiando hasta la meta.
En el año 2004, batió el récord del mundo en su prueba y ganó la prueba del campeonato del mundo. Él vio en su mente que se iba acercando a Pekín 2008, a Londres 2012 y a Madrid 2016.
Con David había dos piragüistas más en Cangas del Morrazo muy amigos de él: Teresa Portela y Carlos Pérez, que también eran los mejores en sus respectivas pruebas: Teresa Portela en 1000 C igual que David Cal y Carlos Pérez en 1000 k2 que hacía pareja con Saúl Craviotto.
En el año 2008, en Pekín, fue el abanderado de la selección española en los juegos olímpicos. Ese mismo año, David ganó dos medallas de plata en 500c y en 1000c. En ese año también triunfó Carlos Pérez en 1000 k2 con su pareja. Ganaron la medalla de oro a los alemanes por diez milésimas.
Ellos estaban celebrando el 2º puesto cuando vieron en el marcador que habían quedado primeros. En cambio, Teresa Portela no logró ninguna medalla.
Para los años 2012 y 2016 le deseamos suerte a los cuatro.
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